El evento, que reunió a equipos y jugadores de la región, pone en valor la integración social y deportiva de personas con discapacidad
Plasencia
ha sido la última parada del baloncesto inclusivo en Extremadura, con un evento
que ha logrado reunir a diversos equipos y jugadores con y sin discapacidad,
consolidando este tipo de iniciativas como un referente en la integración
social a través del deporte. La jornada, cargada de emoción y espíritu
deportivo, se celebró en un ambiente de convivencia y colaboración, subrayando
los avances de este proyecto que busca promover la igualdad de oportunidades en
el ámbito deportivo.
Adrián
Parra, entrenador del equipo de Baloncesto Inclusivo del Sagrado Cáceres,
destacó el entusiasmo de los niños participantes: "Para los niños, la
experiencia es muy apasionante y divertida. Quieren repetir y mucho. Como
entrenadores, el problema más importante es atraer a jugadores y jugadoras del
club a entrenos inclusivos. Además, la organización de estos eventos, es
fundamental".
Parra
también enfatizó la importancia de seguir avanzando en la regulación de la
competición para las personas con discapacidad: "El proyecto es genial, un
éxito. Si algo podemos decir es que necesitamos más convivencias donde
participemos todos y que sea un día entero. En cuanto a los partidos, el
siguiente nivel sería regular la competición como otros deportes con personas
con discapacidad, creando una modalidad existente donde se otorguen
puntuaciones a los jugadores según su capacidad, como sucede en el baloncesto
en silla de ruedas. Este y otros aspectos más contribuirían a una
competitividad real".
Por su
parte, Silvia Bartolomé, entrenadora del equipo de Baloncesto Inclusivo del CB
Plasencia Ambroz, expresó su satisfacción con el desarrollo del proyecto en su
localidad: "Para nosotros es un proyecto al que tenemos especial cariño.
Colaboramos día a día con la concejalía de Deportes, que tiene un enfoque
inclusivo y de diversidad, y creemos que no puede ser más acertado. Nuestro
proyecto no es sólo deportivo, sino educativo a nivel integral. No puede haber
un proyecto que cuide a las personas que lo forman si no es verdaderamente
inclusivo".
Silvia también resaltó el compromiso y la emoción de los chicos que llevan años
participando en estas iniciativas: "Estamos encantados de que chicos que llevan
muchos meses, algunos incluso años, formando parte de estas 'quedadas
inclusivas', ahora formen parte del día a día. Es muy bonito ver la ilusión de
los participantes en esta convivencia final. Ellos se ven en la pista, donde
van a ver a los equipos de los diferentes clubes de la ciudad, y se dan cuenta
de que pueden progresar y mejorar sus habilidades personales a través del
deporte".
Finalmente,
Carolina Álvarez, presidenta del Club Baloncesto Sajra, subrayó la relevancia
de la implicación de todos los actores en este proyecto: "Todos han aportado su
disposición y sensibilidad, y este proyecto ha dado a los clubes una nueva
dimensión social. Los jugadores, las familias, los entrenadores y
representantes de cada entidad se han involucrado de manera increíble. Lo más
importante de todo este tiempo han sido las horas compartidas con todos los
jugadores. Ellos nos han regalado una nueva forma de ver el mundo y conocer
otras realidades, y desde los clubes nos han brindado la oportunidad de
ofrecerles la experiencia de pertenecer a un club deportivo y vivirlo en toda
su dimensión".